Quiero empezar diciendo que en este texto no me voy a basar
dando una opinión médica o por el estilo, si no, algo más acorde a mi pensar y
a mi imaginación.
Tantas expresiones, gestos,
personalidades, que según la sociedad son característicos de gente “loca”.
Y tal vez los “locos” son los que piensan que todos deberíamos ser normales. Pero
¿Qué es normal? No podría dar un criterio acerca de lo que es normal o la
normalidad que el mundo cree que deberíamos tener, por el simple hecho que esa
palabra no está asociada a mi vida.
Tomando en cuenta la opinión de la
sociedad de lo que es “normal”, se podría decir que nadie está estable
mentalmente, porque las cosas que
imaginamos, que pensamos, que hacemos son
muy distintas en cada persona, por ende en una sociedad que busca la “normalidad”
de esta, todos estaríamos “locos” por el
hecho de que cada persona es atípica y su mente aún más. Deberíamos tener muy
claro que nadie es igual a nadie, ni en sus gustos, ni imaginación, ni su
personalidad, puede que surjan destellos comunes entre dos personas o más,
pero siempre habrá algo que les siga volviendo distintos ante ellos y
complemento de ellos. Basándose en esta distinción que es característica de
cada persona la sociedad comienza a
poner etiquetas y nos cohíbe de nuestro ser, porque si la sociedad
piensa que estamos locos entonces la locura es parte de nuestro ser, de nuestra
esencia.
Dos interrogantes se me hacen muy
importantes en este tema, las cuales son las siguientes: ¿Podemos ser nosotros
mismos con todos?, ¿Somos libres?
Mi respuesta según mi pensar es que NO, siempre habrá algo que no podamos
expresar libremente sin tener la completa seguridad de hacerlo y recibir el
tacho de “estás loco/a”, la gente se cohíbe de su personalidad y se acostumbró
a dar lo que quiere la sociedad para que pueda ser aceptado en esta, fingen ser
“normales” sin entender que nadie lo es. Nadie es libre hasta no ser uno mismo
y sentirse orgullosos de eso, de mostrar su gran ser en plenitud.
Darnos cuenta que todos somos un universo
diferente y formamos parte de uno que
sigue siendo diferente a nosotros, solo tenemos que dejar expeler todo aquello
que guardamos, sacar nuestro espíritu y dejarlo volar, ser libres mentalmente.
Y empezar a pensar que la locura es lo normal y no dejar
que una palabra nos diga cómo debemos ser, cuando nosotros ya somos. Porque la locura
es felicidad, amor, cariño, amistad, pero sobre todo ahora la locura es
libertad.
Seamos extraordinarios, seamos uno
y a la misma vez todos, seamos locos, seamos libres.